Qué de sueños podemos llegar a tener, hubo ya uno que se convirtió en pesadilla, y no se aleja de mí, he intentado liberarme de él, pero es increíble lo dependientes que podemos llegar a ser de algo, o alguien; y no es para nada recomendable, el amor no es libre, o al menos el concepto de amor que existe hoy en día, cuyas raíces son más profundas que las de cualquier árbol, y cuyos cimientos superan a los de cualquier majestuosa edificación. El semáforo ante el cuál me encuentro está en ámbar, y yo en una parálisis permanente, las dudas se me atragantan y parece que el miedo ha cavado galerías en mi piel y clavado señales de tráfico en mi corazón que me paralizan. ¿Por qué no saltarnos las reglas e intentar burlar al tiempo, al destino, a él, al mundo... a todo aquello que nos ata?, quiero coger el lápiz entre mis manos, y tras notar su tacto disponerme a trazar mi propio camino y dibujar mi vida como yo quiero, aunque tenga que rasgar el papel.
jueves, 17 de mayo de 2012
Mi sueño? Tú
¿Tú, mi droga?, ¿ Tú, mi sueño?
Qué de sueños podemos llegar a tener, hubo ya uno que se convirtió en pesadilla, y no se aleja de mí, he intentado liberarme de él, pero es increíble lo dependientes que podemos llegar a ser de algo, o alguien; y no es para nada recomendable, el amor no es libre, o al menos el concepto de amor que existe hoy en día, cuyas raíces son más profundas que las de cualquier árbol, y cuyos cimientos superan a los de cualquier majestuosa edificación. El semáforo ante el cuál me encuentro está en ámbar, y yo en una parálisis permanente, las dudas se me atragantan y parece que el miedo ha cavado galerías en mi piel y clavado señales de tráfico en mi corazón que me paralizan. ¿Por qué no saltarnos las reglas e intentar burlar al tiempo, al destino, a él, al mundo... a todo aquello que nos ata?, quiero coger el lápiz entre mis manos, y tras notar su tacto disponerme a trazar mi propio camino y dibujar mi vida como yo quiero, aunque tenga que rasgar el papel.
Qué de sueños podemos llegar a tener, hubo ya uno que se convirtió en pesadilla, y no se aleja de mí, he intentado liberarme de él, pero es increíble lo dependientes que podemos llegar a ser de algo, o alguien; y no es para nada recomendable, el amor no es libre, o al menos el concepto de amor que existe hoy en día, cuyas raíces son más profundas que las de cualquier árbol, y cuyos cimientos superan a los de cualquier majestuosa edificación. El semáforo ante el cuál me encuentro está en ámbar, y yo en una parálisis permanente, las dudas se me atragantan y parece que el miedo ha cavado galerías en mi piel y clavado señales de tráfico en mi corazón que me paralizan. ¿Por qué no saltarnos las reglas e intentar burlar al tiempo, al destino, a él, al mundo... a todo aquello que nos ata?, quiero coger el lápiz entre mis manos, y tras notar su tacto disponerme a trazar mi propio camino y dibujar mi vida como yo quiero, aunque tenga que rasgar el papel.
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